Del 07 al 28 de julio en el Trasnocho Cultural
Francia celebra su día nacional con un ciclo de cine dedicado a los principios republicanos universales de libertad, igualdad y fraternidad.
En el marco del día nacional de la República Francesa, que se celebra el 14 de julio, la Embajada de Francia en Venezuela ha querido rendir homenaje a los principios universales de la Revolución Francesa -Libertad, Igualdad y Fraternidad- a través de un ciclo de cine que se llevará a cabo los días viernes del mes de julio (07, 14, 21 y 28) a las 6:30pm en las salas del Trasnocho Cultural (C.C. Paseo Las Mercedes, Caracas).
El cine francés ostenta un amplio repertorio de películas que evocan los valores republicanos. Nacidos durante la Revolución Francesa, estos principios, se volvieron universales y son ahora enarbolados por el mundo entero.
La Fiesta Nacional de la República Francesa, el próximo 14 de Julio, se erige entonces como la ocasión perfecta para presentar cuatro clásicos del cine francés que abordan los derechos humanos y subrayan las virtudes del ser humano en momentos históricos difíciles.
Esta iniciativa se hace realidad gracias al apoyo del Trasnocho Cultural, aliado habitual de los programas de la Embajada de Francia en el campo audiovisual.
Las obras que se proyectarán en este ciclo son: La grande illusion (La gran ilusión, 1937), Monsieur Klein, (El otro Señor Klein, 1976), Le Dernier metro, (El último metro, 1980), La vie et rien d’autre (la vida y nada más, 1989).
4 films en los que habla de violencia y resistencia, de fraternidad, de lucha por la libertad, de defensa de una identidad. Cuatro películas cuyo guión y realización está a cargo de grandes cineastas, contando asimismo con la interpretación de actores y actrices mundialmente conocidos. 4 films por lo demás distinguidos con numerosos galardones que dan por siempre fe de las miserias vividas y sufridas durante y a raíz de los dos grandes conflictos mundiales del siglo XX.
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Pero quien mejor que el mismo Bertrand Tavernier para presentar la grandeza de estos clásicos del cine francés; a continuación un extracto de la presentación del ciclo GRANDES CLASICOS FRANCESES RESTAURADOS DIGITALMENTE por el Instituto Francés:
« Hablamos de un plató del Studio Jenner. Un plató completamente vacío de no ser por algunas fotos gigantes de fachadas americanas que servirían de decorado para la película de Jean-Pierre Melville, Le Doulos (El Confidente). Y delante de estas casas con escaleras de hierro hablábamos de Jean Cocteau, Jean-Pierre Melville y yo y todavía lo escucho decirme: “Cocteau, era antes que nada todo aquello que debería ser un creador francés: un embajador de Francia en Francia”.
Admirable fórmula que cobra todo su sentido cuando releemos en la correspondencia del General Championnet estos consejos brindados a uno de sus oficiales: “Como embajador de la República, usted debe defender sus principios y sus ideas, pero también escuchar los rumores, tanto los buenos como los malos. Imprégnese usted de la atmósfera del país, sepa usted apreciar sus costumbres. Juzgue usted siempre por sí mismo. No se encierre en los palacios. Sienta usted la calle, los albergues, escuche usted todo el ruido que allí se produce. Observe la mirada de las mujeres y los niños. Interésese usted asimismo tanto por los placeres de los príncipes como por el sufrimiento de su pueblo.”
¿Este trabajo de ciudadano y de espía, de explorador y de pintor, de cronista y de aventurero que tan bien han descrito tantos autores, de Casanova a Gilles Perrault, no es acaso una bella definición del oficio de cineasta, que nos gustaría aplicar a Renoir, a Becker, al Vigo de Zéro de conduite ( Cero en conducta), al Duvivier de Pépé le Moko, así como también a Truffaut, Franju o Demy, a Max Ophuls e incluso a Bresson? »
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